Guatemala
con una historia de exclusión, discriminación y represión, aún sigue sin
implementar acciones que disminuyan las brechas de desigualdad para un
desarrollo educativo integral de sus habitantes. Las políticas que el Estado ha establecido
son políticas sectoriales pero no políticas integrales de desarrollo, lo cual
genera esfuerzos separados por atender la problemática educativa y no
precisamente un trabajo en conjunto. Esta
desigualdad ha hecho que el acceso a la educación en el país sea limitado. Generalmente
la población con más recursos económicos tendrá la oportunidad de optar por
educación de mejor calidad y por más tiempo. Sin embargo, la población con
menos recursos se verá más afectada y generalmente se verán marginados de la educación,
lo que les llevará a desempeñar funciones laborales manuales, operativas y
agrícolas. El desafío educativo en Guatemala requiere de planes a largo plazo
que permanezcan y se respeten a pesar de los cambios de gobierno. La sociedad
juega un papel muy importante, ya que es necesaria la unión entre la sociedad
civil, el sector empresarial y otros involucrados para crear un “pacto social
por la educación”. Los programas actuales atienden únicamente al 0.7% de la
población, quedando fuera de la atención del estado más de dos millones de
niñas y niños. Un fenómeno importante de resaltar es que en comunidades
integradas por ladinos e indígenas, los indígenas presentan el menor índice de
atención escolar en los primeros años educativos.
Actualmente,
el nivel primario nacional representa el 98.64% de cobertura, lo cual es
alentador, sin embargo, se debe tomar en cuenta factores como la “permanencia”
y “culminación “ de la educación primaria individual que no corresponden a
dicho porcentaje. Otro desafío es la falta de capacidad del Sistema Educativo
para enfrentar el aumento en la tasa de escolaridad, falta de mobiliario,
precariedad en la infraestructura, sobrepoblación en las aulas, carencia de
docentes entre otros factores que dejan vacíos importantes sin cubrir. La precaria
tasa de asistencia de jóvenes a la educación media y la baja participación de
las mujeres influyen en la limitación a un empleo y salario mínimos, ya que en
su mayoría no logran acceder al sistema formal de educación. Un aspecto
relevante es que el país se encuentra a 104 años de obtener la
universalización de la educación nacional, es decir, es urgente la inversión
del estado en educación y el estímulo a oportunidades de trabajo y estudio para
reducir la tasa de jóvenes SIN (sin estudio y sin trabajo según la PNUD –Programa
de las Naciones Unidas para el Desarrollo).
William Palencia
No hay comentarios.:
Publicar un comentario